Cómo cuidar un jardín durante el invierno

Cuidar el jardin

Los jardines necesitan cuidados diferentes según la estación del año, con una especial atención a las plantas y flores más delicadas durante los periodos con temperaturas más bajas. Con el frío, las plantas y los árboles del jardín necesitan una ayuda extra para mantenerse en buen estado y que el clima les afecte lo mínimo posible. Es importante saber cómo cuidar un jardín de invierno para conseguir que llegue en perfecto estado a la primavera.

Cómo cuidar un jardín durante el invierno

El primer paso siempre es mantener el jardín limpio y retirar las plantas secas o podridas, ya que su descomposición puede dar lugar a hongos y plagas. También conviene retirar las malas hierbas, que además se reproducen muy rápidamente con las lluvias invernales. De esta manera mantendremos nuestro jardín bien cuidado y a punto para los cuidados posteriores que le vamos a brindar.

Proteger las raíces

La recomendación de los expertos para mantener un jardín bien cuidado es cubrir la base de las plantas más sensibles con un poco de serrín. Con esto conseguimos que el agua se filtre sin problemas, pero manteniendo las raíces protegidas del frío. Conviene disminuir la frecuencia de riego un día a la semana, y si es posible hacerlo en las horas centrales del día.

Si nieva y no hemos tenido tiempo de proteger las plantas con algún toldo, sombrilla o plástico, hay que retirar la nieve cuanto antes. En cuanto al césped, hay que seguir la rutina de mantenimiento normal de limpieza y corte, pero es recomendable cortar un poco menos para que no se debilite y sus raíces estén más protegidas.

Recolocar las plantas

Si vivimos en una zona donde las temperaturas bajan mucho, la mejor forma de cuidar un jardín de invierno es ubicar las plantas cerca de las paredes o debajo de algún tejado, de forma que estén algo más protegidas. Existen estructuras muy sencillas y económicas, de diferentes materiales, que se montan y se desmontan muy fácilmente. También se puede instalar una lona por encima a modo de invernadero y colocarlas plantas sobre tablones elevados para evitar que estén en contacto con el suelo.

Reponer abono

El abono durante el invierno tiene tantos beneficios como en verano: protege el suelo de la erosión, reduce la pérdida de agua, ayuda a controlar malas hierbas, etc. Pero el abonado en la estación fría conlleva algunos beneficios extra. Añadir una buena capa de abono a la tierra ayuda a regular la humedad del suelo y la temperatura, haciendo que la transición al frío sea más suave y gradual. También ayuda a proteger de las heladas y, por supuesto, a medida que se descompone, proporciona a la tierra materia orgánica fresca llena de nutrientes.

Vitaminas

Cuando las condiciones climatológicas son adversas, nunca está de más un refuerzo vitamínico. La temporada de invierno está en un buen momento para remover y airear la tierra y aprovechar para añadir un buen fertilizante orgánico como mantillo o humus de lombriz. Así lograremos mejorar la estructura del suelo y reponer nutrientes que ayudarán a las plantas y los árboles a resistir mejor los embates de los meses más fríos.

Con estos sencillos cuidados podemos mantener el jardín en perfecto estado durante todo el invierno. Lo más importante es prestarle la atención que necesita incluso en los días más fríos.