De qué están hechos los gatos hidráulicos y cómo funcionan

Gatos hidraulicos.

Seguro que has visto alguna vez levantar una carga pesada, como un coche, con un mecanismo manual y con el simple hecho de bajar una palanca. Y lo normal es que te preguntes de qué están hechos los gatos hidráulicos para poder levantar pesos grandes con apenas esfuerzo. Y es que estas máquinas, que normalmente podemos encontrarnos en cualquier taller mecánico, funcionan mediante un principio básico de la física.

¿Quieres saber cómo lo hacen? En Máquinas y Máquinas te lo vamos a explicar.

De qué están hechos los gatos hidráulicos

Un gato hidráulico es una herramienta con una carcasa metálica dura, normalmente de acero, que consta de una palanca o brazo, un cuerpo horizontal y una plancha con una superficie en uno de sus extremos que es la que levanta los pesos que queremos izar.

Su funcionamiento está basado en la Ley de Pascal, que mediante unos vasos comunicantes, la presión que se efectúa en uno de ellos hace que se mantenga constante en el otro. Un gato hidráulico profesional funciona con el aceite que contiene su cuerpo y que, mediante una palanca, se aplica una presión que es capaz de levantar hasta más de 300 veces el esfuerzo que haces.

Para qué sirve un gato hidráulico

Un gato hidráulico de taller es capaz de levantar cargas muy pesadas realizando un esfuerzo muy pequeño en comparación con lo que costaría levantarlo directamente. Al mismo tiempo que es muy utilizado para levantar cargas, también es capaz de mantenerlas levantadas. Por ello, es muy frecuente encontrarlos en talleres mecánicos o en aquellas industrias donde es necesario un levantamiento de cargas constante.

Cómo se usa un gato hidráulico

Un gato hidráulico profesional es una herramienta pequeña que puede transportarse fácilmente de un lado a otro. Si queremos levantar una carga, debemos situarlo con su plataforma debajo de ella, para poder levantarla accionando el mecanismo.

Al mover la palanca de la herramienta, se produce un movimiento de un émbolo en un pistón, provocando una presión en el aceite que se transmite a la plataforma haciendo que se vaya levantando poco a poco. Al subir la palanca, entra aceite en el sistema. Al bajarla, se transmite esa presión empujando el aceite hacia abajo. Este es el funcionamiento básico de la herramienta.

Ahora bien: ¿Cómo es posible levantar cargas pesadas con tan poco esfuerzo?

La explicación tenemos que encontrarla en una de las principales leyes de la física: Los vasos comunicantes. Y en el caso de los gatos hidráulicos, la presión provocada por el esfuerzo al accionar la palanca se transmite a la plataforma, siendo exactamente la misma por su principio hidráulico. Pero como la plataforma tiene una superficie bastante más grande que el pistón de la palanca, es necesario un esfuerzo mucho menor para poder levantar la carga.

Ingenioso, ¿verdad? Ahora que ya sabes de qué están hechos los gatos hidráulicos, entenderás la importancia que tienen en aquellas actividades donde es necesario el levantamiento de cargas de forma rápida, sencilla y muy funcional. Por ello es una herramienta que no puede faltar en cualquier taller mecánico que se precie. ¿Quieres saber qué otras formas hay para levantar cargas?